Me despertó una flor
Sonó el despertador muy temprano en la habitación del hotel sevillano en el que me encontraba por razones de trabajo; mi jornada comenzaba ese día muy pronto, de modo que me levanté, me duché, cerré la maleta, guardé el portátil en su maletín y me dirigí al salón de desayunos.
Llegué la primera. En el salón vacío tan sólo estaba el ajetreado personal del hotel terminando de colocar todas las delicias ofrecidas a los huéspedes esa mañana.
Las mesas estaban impecablemente preparadas, esperando cada una a ser ocupada por alguien para ofrecerle el mejor trato y comodidad. Sin pensar demasiado mi elección, me dirigí a una de ellas, dejé allí mis pertrechos y fui a por un zumo de naranja, un par de galletas de avena y un par de piezas de fruta. Cuando me senté, me sirvieron el deseado café de todas las mañanas y me dispuse a desayunar.
Estaba dando un sorbito al café con la mirada perdida en los ventanales del salón, cuando sentí una presencia, una mirada; bajé la vista y me encontré con que tenía en mi mesa una preciosa flor azul abierta hacia mí, sorprendiéndome con unos originales "buenos días". Esto me despertó más que el café, pero aún me sentí mejor cuando encontré que en el resto de las mesas, todas las flores estaban todavía cerradas.
¿se abrió la flor para agradecerme que la eligiera entre todas las demás? ¿o estaba ya abierta cuando llegúe al salón y me fui hacia ella sin fijarme?
Llegué la primera. En el salón vacío tan sólo estaba el ajetreado personal del hotel terminando de colocar todas las delicias ofrecidas a los huéspedes esa mañana.
Las mesas estaban impecablemente preparadas, esperando cada una a ser ocupada por alguien para ofrecerle el mejor trato y comodidad. Sin pensar demasiado mi elección, me dirigí a una de ellas, dejé allí mis pertrechos y fui a por un zumo de naranja, un par de galletas de avena y un par de piezas de fruta. Cuando me senté, me sirvieron el deseado café de todas las mañanas y me dispuse a desayunar.
Estaba dando un sorbito al café con la mirada perdida en los ventanales del salón, cuando sentí una presencia, una mirada; bajé la vista y me encontré con que tenía en mi mesa una preciosa flor azul abierta hacia mí, sorprendiéndome con unos originales "buenos días". Esto me despertó más que el café, pero aún me sentí mejor cuando encontré que en el resto de las mesas, todas las flores estaban todavía cerradas.
¿se abrió la flor para agradecerme que la eligiera entre todas las demás? ¿o estaba ya abierta cuando llegúe al salón y me fui hacia ella sin fijarme?
10 comentarios
AZUL de blancos -
AZUL de blancos -
Magda -
calsetines -
Coolazulb -
Un besazo azul
debo -
volvoreta -
Recordando a mi vez flores, luces, nombres y sonidos, pienso que no hay nada mejor que el misterio que te espera al volver pasados mil años tras un pequeño viaje; la paz de no saber, mientras contemplas el desayuno, quien serás mañana; la certidumbre de que te volverás a marchar.
Ánimo con este estupendo blog.
La mirada del Angel -
sus colores, sus formas y su olor,
siempre son ellas las que te escojen,
abiertas o cerradas, mostrando o disimulando sus encantos,
siempre expertas en enamorar.
AZUL de blancos -
Poledra -
Un abrazo!