Desde el fragor de la batalla
Tras varios infructuosos intentos de alejarme un poco del campo de batalla a comunicarles la situación de la misma, parece que en este punto lo he conseguido. No será más que trazos de la misma, ya que parece haberse tornado complicada en diversos flancos, a saber:
nuestras primeras líneas de los huesos están siendo atacadas en la retaguardia por avanzadillas enemigas que, sobradamente armadas, se han apoderado de nuestros efectivos en tendones y músculos, a lo que las filas óseas están respondiendo con gran resistencia pero soportando las fuertes y frecuentes embestidas. En el cuello parece haber conseguido el ejército invasor hacerse con sus más importantes tejidos y los están sometiendo a terribles torturas, estirándolos y retorciéndolos contranatura, parece que todavía aguantan pero no les vendrían mal algunas ayudas de sus mejores sanadores. En las amígdalas debe haberse infiltrado otra patrulla invasora; allá parecen estar construyendo algún voluminoso artefacto que entorpece el paso de provisiones por esta garganta natural y al parecer sólo el intento se torna doloroso. Algunos de los mejores guerreros enemigos han conseguido alcanzar lo más alto del castillo, por las almenas han entrado en el interior del gran salón del castillo, las dependencias de nuestro Rey Cabezón III y desde ahí están haciendo retumbar lo que parecen ser potentes tambores, cuyos graves sonidos se amplifican por efecto de las paredes y parecen ser escuchados en todo el reino. Nos atacan también en la zona de los ojos, están utilizando algún tipo de mejunge que nos afecta a la visión y nos crea picores y sequedad. Las hogueras que han encendido por doquier, han dejado en el ambiente tanto calor como si estuvieramos en el mismísimo astro Sol y hacen casi imposible la circulación de nuestros mensajeros de un lado a otro del campo de batalla, aunque no han logrado doblegar nuestros sistemas de comunicación internos. Todos nuestros efectivos esperan ansiosamente la llegada de refuerzos, con los que, Dios mediante, acabaremos con los malditos invasores de una vez por todas, o al menos hasta las próximas nieves.
Se despide y les desea tranquilidad para las próximas horas, el gran luchador Adeblancos, hijo de Azules y nieto de Blancos, quien pide permiso para retirarse a descansar.
nuestras primeras líneas de los huesos están siendo atacadas en la retaguardia por avanzadillas enemigas que, sobradamente armadas, se han apoderado de nuestros efectivos en tendones y músculos, a lo que las filas óseas están respondiendo con gran resistencia pero soportando las fuertes y frecuentes embestidas. En el cuello parece haber conseguido el ejército invasor hacerse con sus más importantes tejidos y los están sometiendo a terribles torturas, estirándolos y retorciéndolos contranatura, parece que todavía aguantan pero no les vendrían mal algunas ayudas de sus mejores sanadores. En las amígdalas debe haberse infiltrado otra patrulla invasora; allá parecen estar construyendo algún voluminoso artefacto que entorpece el paso de provisiones por esta garganta natural y al parecer sólo el intento se torna doloroso. Algunos de los mejores guerreros enemigos han conseguido alcanzar lo más alto del castillo, por las almenas han entrado en el interior del gran salón del castillo, las dependencias de nuestro Rey Cabezón III y desde ahí están haciendo retumbar lo que parecen ser potentes tambores, cuyos graves sonidos se amplifican por efecto de las paredes y parecen ser escuchados en todo el reino. Nos atacan también en la zona de los ojos, están utilizando algún tipo de mejunge que nos afecta a la visión y nos crea picores y sequedad. Las hogueras que han encendido por doquier, han dejado en el ambiente tanto calor como si estuvieramos en el mismísimo astro Sol y hacen casi imposible la circulación de nuestros mensajeros de un lado a otro del campo de batalla, aunque no han logrado doblegar nuestros sistemas de comunicación internos. Todos nuestros efectivos esperan ansiosamente la llegada de refuerzos, con los que, Dios mediante, acabaremos con los malditos invasores de una vez por todas, o al menos hasta las próximas nieves.
Se despide y les desea tranquilidad para las próximas horas, el gran luchador Adeblancos, hijo de Azules y nieto de Blancos, quien pide permiso para retirarse a descansar.
14 comentarios
AZUL de Blancos -
gracias por los refuerzos, me han sentado estupendamente.
Ojalá hubiera podido quedarme en casa haciendo el "lonchas", pero no, ménuda soy, yo puedo con todas esas batallas y a la vez aguantar a mi jefe, recibir sus marrones y soltárselos a los siguientes (que para eso están, je, je)
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Magda
tienes razón ¡¡soy invencible!!
Gracias y un besito
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Trini
Ya está no ha hecho falta ni siquiera firmar un tratado de paz, los he aniquilado, aplastado, humillado ... (uy, se me está poniendo cara de Bush, casi que voy dejar de regodearme en la victoria, je, je)
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mirada
gracias, tus mil besitos me han servido de mucho.
Te los envío de vuelta, que dicen que te echan de menos ;)
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Lluvia
¡menos mal que no he tenido que recurrir a esas armas de destrucción! es que yo soy muy pacífica ;)
Gracias y un besito
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Brisa
Paz :)
Un besito
AZUL de Blancos -
Recibí tus refuerzos y me vinieron fenomenal ¿cómo van contigo? ¿necesitas que te los vuelva a mandar? les daré antes un buen bocata de nocilla para darles energía :P
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Sergi
eres todo un estratega, seguro que se eres un campeón del Risk ;P
Muchas gracias y un besito (que ya estoy curada, ya no pego nada)
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Coolazulb
¡¡gracias guapa!!
A mí esos capullos (los granitos) me atacan en cuanto como chocolate ¿conoces el principio de la homeopatía? ... ¡pues ínflate a chocolate pues! ;)
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Reuben
¿de verdad os enseñaban eso? ja, ja, eso sí que es optimismo ;P
Bueno gracias, has colaborado un poquito con los refuerzos. Un beso
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Juanito
¿cómo dice, joven?
¿... que cuidaito con los terrazos? ¿... que España está en una ladera y pa que queremos más...? ay, hijo, no le entiendo ná de ná
;P
(gracias Juanito)
Brisa -
LLuvia -
Lo mejor de lo mejor y darle duro en la batalla, acuerdate que en las guerras todo se vale... HASTA LAS INYECCIONES eh?
mirada -
Trini -
Besos
Magda -
Un besito.
bikerin -
Claro que, ... a mi me apteceria más rendirme y quedarme un par de días en casita, prisioner@ de los invasores, viendo la tele y bloggeando por aquí y por alá (que alá es grande, y mahoma su profeta) :-)
Juanito -
Mua.
Juanito -
AGÜELAAAAAAA, ¿Cómo ta usted agüela? ¿Ta mejó? No coja usted frío, que se la comen los achaques ¿ennh? y cuidaito con la primavera que es mu traicionera...Que se ponga la mantita lectrica en el lomo...AGÜELAAAAA, ¿ME SCUCHA USTED?...
Mua.
reuben -
Pero ten fé, azul y blanco son los colores de la bandera argentina "jamás atada al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra", según nos hacían recitar en la primaria. Qué te puedo decir, mantén bien alta la fé en curarse y la bandera...
Te mando un beso.
Coolazulb -
Un besazo azul
Sergi -
Tonterías mías...
Un saludo y que ganes la guerra después de alguna que otra batalla perdida.
Laura -
Aunque debo advertirte de algo: no son precisamente infalibles... más bien se dejan intimidar con facilidad ante el enemigo.
Llevan más de una semana intentando luchar contra un dolor de garganta y no lo consiguen!
Pero la unión hace la fuerza e intención no les falta!