ti, ti, ti, ti, ti
¿Puedo cogerlo?, pregunté al padre de la criatura al ver que ya había dejado de llorar.
Claro, dijo pasándomelo con mucho cuidado.
Lo recibí en mis brazos con mucha delicadeza tratando de compensar mi poca experiencia en estos quehaceres. Me senté en el sofá mientras el pequeñín se acomodaba en el arrullo en que se convirtió mi regazo.
Yo le miraba, inevitable cuando se tiene un precioso bebé en brazos, y le decía las típicas cositas tontas pero si ya eres todo un caballerito, cómo has crecido a ver estos deditos, y estos mofletillos, y esta pelotita que tienes en la nariz.... La mirada que él me devolvía estaba llena de curiosidad, sus ojos reían cuando le pellizcaba la rechonchita nariz o cuando jugaba a taparle y destaparle la cara. Después de un rato torturándole noté que se le cerraban un poquito los ojos y de su boca se escaparon un par de bostezos, de modo que le estreché un poco más contra mí y comencé a mecerle con un suave balanceo. Pensé en cantarle una nana, pero ya he dicho que no tengo demasiada práctica con esto y no era capaz de recordar ninguna. Acerqué mi mejilla a la suya buscando el suave calor de sus coloretes, mientras el balanceo nos llevaba a los dos a un lugar aparte donde solo había tranquilidad, el suave movimiento y mi voz muy muy flojita al ritmo de mi enternecido corazón, susurrándole al oído ti, ti, ti, ti, ti ... No sé cuánto tiempo pasamos así, se quedó dormido y disfrutamos los dos de ese feliz momento.
Se lo contaré cuando sea mayor, ¿se acordará?
Claro, dijo pasándomelo con mucho cuidado.
Lo recibí en mis brazos con mucha delicadeza tratando de compensar mi poca experiencia en estos quehaceres. Me senté en el sofá mientras el pequeñín se acomodaba en el arrullo en que se convirtió mi regazo.
Yo le miraba, inevitable cuando se tiene un precioso bebé en brazos, y le decía las típicas cositas tontas pero si ya eres todo un caballerito, cómo has crecido a ver estos deditos, y estos mofletillos, y esta pelotita que tienes en la nariz.... La mirada que él me devolvía estaba llena de curiosidad, sus ojos reían cuando le pellizcaba la rechonchita nariz o cuando jugaba a taparle y destaparle la cara. Después de un rato torturándole noté que se le cerraban un poquito los ojos y de su boca se escaparon un par de bostezos, de modo que le estreché un poco más contra mí y comencé a mecerle con un suave balanceo. Pensé en cantarle una nana, pero ya he dicho que no tengo demasiada práctica con esto y no era capaz de recordar ninguna. Acerqué mi mejilla a la suya buscando el suave calor de sus coloretes, mientras el balanceo nos llevaba a los dos a un lugar aparte donde solo había tranquilidad, el suave movimiento y mi voz muy muy flojita al ritmo de mi enternecido corazón, susurrándole al oído ti, ti, ti, ti, ti ... No sé cuánto tiempo pasamos así, se quedó dormido y disfrutamos los dos de ese feliz momento.
Se lo contaré cuando sea mayor, ¿se acordará?
20 comentarios
AZUL de Blancos -
Un beso
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Runner, se lo contaré, pero ¿se reirá de la pesada de su tía?
Un beso
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Corazón, gracias por adelantármelo, ser sin duda un maravilloso momento cuando me haga todas esas preguntas.
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Miguel, ¿tú crees?, seguiré tu consejo.
Un beso
Miguel -
Corazón... -
No, creo que aunque se lo cuentes no se acordará, pero te dirá "tía que más? sigue contandome... Y que hacía despues".
son preguntas que te dirá una y otra vez ;) Es que los humanos somos así con el paso del tiempo esos pequeños detalles los olvidamos :(
Un beso y saludos!
;o)
runner45 -
maravilloso momento lleno de sensibilidad y ternura...
bsss
reuben -
AZUL de Blancos -
muralla -
Disfrútalo porque esos momentos son inolvidables.
Un abrazo. Muralla.
AZUL de Blancos -
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Calsetines, lo malo es que ninguno de mis dos "sobris" viven aquí, y los veo poquito, así que cuando vienen, tengo que aprovechar. Un beso.
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Trini, gracias, tengo dos preciosos sobrinos, uno de 2 años y medio y este guapetón de 5 meses. Estoy deseando que llegue el tercero, porque mola ser tía y que aprendan a decir mi nombre.
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Juanito, hola, ánimo que llega el finde y toca olvidarse del curro.
Sí, los niños de los demás son más fáciles de aguantar, si se ponen a llorar los pasas y punto, a otra cosa, mariposa.
No sé si es así o al revés, pero el caso es que paginar tu enlcae no suena bien ¿verdad? Un beso y de nada, el honor es mío.
Juanito -
Es todo un lujo para mí. Gracias. Mua
Juanito -
Recien vuelvo de una semana infiernal de trabajo y me encuentro con esta dulzura de post. Los bebés siempre han sido mi debilidad. Siempre he preferido los de los demás, por aquello de que cuando se ponen pejigueras que los aguanten su padre y su madre, pero no dejo de reconocer que a veces añoro lo que cuentas -mis niñas ya están un poquito creciditas para estos menesteres.
Para mi lo mejor de un bebé al que acunas es el olor que desprende. Es angelical.
Te sigo. Mua
Trini -
Besos
calsetines -
Disfrutalo, que crecen demasiado deprisa¡¡
Manuela -
De mayores, si se duermen malo y si no te dejan dormir peor. Pero por dios, que no se duerman encima que pesan mucho.
AZUL de Blancos -
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Lluvia, ja, ja, eso es lo bueno de ser tía, que cuando lloran, se encargan los papás, con las tía sólo para pasárselo bien ;)
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Debo, es verdad, da gusto verlos tan relajaditos, tan tranquilitos. Un beso.
debo -
LLuvia -
mICrO -
Besos
AZUL de Blancos -
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Mirada, no, este tiene 5 meses, pero le veo tan poquito, que cada vez que tengo la ocasión, disfruto una barbaridad. El "nuevo" llegará en mayo, todavía queda. Por cierto, el nombre aún no est´ña claro, pero la decisión está entre Marcos y Guille. Un beso, guapa.
mirada -
un besito en su frente y abrazos a los papás y la tía tan linda que tiene..
pitijopo -