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azuldeblancos

Que sí que existe

Que sí que existe Fue hace unos días, estaba comiendo con una compañera del trabajo en un restaurante de esos con mucha gente, muchas mesas, muchas bandejas, muchas voces y muy poco espacio. Estábamos hablando de todo un poco, riéndonos, quejándonos, desvariando ..., cuando vi en la mesa de al lado una escena poco frecuente en esos ruidosos restaurantes de menú a los que vamos a diario en el ratito que nos deja el trabajo.
Había una pareja muy acaramelada en una de esas mesas que en lugar de sillas tienen un banco apoyado en la pared. Él pasaba el brazo sobre el hombro de ella, acariciaba su mejilla, le daba besitos y le susurraba al oído palabras seguramente maravillosas. Ella le respondía con risitas tímidas, se sonrojaba, se encogía y se arrimaba a él como haciéndose más pequeña y delicada.
Me pareció muy tierno y le comenté a mi compañera: -mira qué maravilla, una parejita así de enamorada, cuánto tiempo llevarán y cuánto les quedará juntos ¿será ese un amor para siempre? ¿será uno de esos amores que de tan intensos, algún día de pronto se apagan?.
Ella, con su acento maño que parece poder siempre convencer a cualquiera, me contestó: -¡anda! no seas cándida, no es una pareja enamorada, ese tío está haciendo de galán de telenovelas, se la acaba de ligar, se lo está pasando en grande, va de triunfador, y luego la dejará por otra pobre que se sonroje al oir sus melosas palabras, probablemente más joven.
- Pero qué dices, sólo hay que mirarlos, están flotando un palmo por encima del suelo, están en otro mundo muy distinto a éste en el que estamos tu y yo, con nuestra ensalada y nuestra coca-cola. Contesté absolutamente convencida de lo que estaba viendo.
- A ver, Azul ¿tú crees que de verdad existe ese tipo de amor tan maravilloso que sale en las películas y que consigue con una mirada, una palabra o un beso y una banda sonora de fondo, unir a dos personas eternamente en una felicidad suprema? No, hija, no, eso no existe, sólo podemos aspirar a algo que se parezca. Y, desde luego esos dos, en todo caso, están aspirando. Me contestó ella con su irrefutable pragmatismo.
- Pues yo creo que sí que existe, y que esta pareja de ancianos que tenemos al lado son la prueba de ello, seguro que llevan así de enamorados desde el primer día ¿o es que crees que con los setenta años que deben tener acaban de conocerse y están probando suerte?. Ya nos gustaría a tí y a mí tener de viejecitas ese mismo aspecto para darles tema a las dos pánfilas cotillas de la mesa de al lado.

11 comentarios

Trini -

Yo tengo reparos. Quiero decir creo que existe cuando se comienza la relación, con el tiempo todo decae, ese es mi parecer.

Besos

Trini -

Yo tengo reparos. Quiero decir creo que existe cuando se comienza la relación, con el tiempo todo decae, ese es mi parecer.

Besos

Trini -

Yo tengo reparos. Quiero decir creo que existe cuando se comienza la relación, con el tiempo todo decae, ese es mi parecer.

Besos

mirada -

Yo sí creo que existe.. Azul..Mil besitos. Son muy buenos tus posts

AZUL de Blancos -

Laura,
pues sí que es igual. Oye, los invencibles Pepita y Manuel no te hubieran ganado si hubieras jugado con mis normas (ir inventando normas nuevas según vayas perdiendo o ganando, como poder comer para alante y para atrás o contar el doble), es muy divertido :D
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Bik,
no, si ya lo sé, por eso al final del texto me llamo a mí misma pánfila cotilla; es lo que tenemos las tías ;-)
Un besito.
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toshiro,
para ellos, seguro que sí, y para mí puede que también, era encantadora la sonrisilla de la mujer.
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Lehahiah,
pues claro, mujer, has tenido la prueba de ello en tu misma sangre.
Un beso
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Tautina,
ni el mejor actor podría fingir eso, en las pelis nos lo creemos porque nos endulzan con musiquita y gente guapa.
Un beso.
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Enelcamino,
pues seamos cándidas, no hacemos daño a nadie ¿no?
Un beso

Enelcamino -

Yo debo ser igual de cándida que tu porque creo en ese amor.
Debo haber visto muchas películas, pero me resisto a creer que no exista.
Confiemos en que sí.
Besos

Tautina -

Si que existe si, que yo también lo he visto, y no solo en la típica parejita de abuelitos, en gente madura o joven que se comportan como quinceañeros. Si que existen que yo les he visto los ojos y ese brillo no se puede fingir. Uffff, si supieras que envidia me dan…

lehahiah -

Pues yo también creo en ello, y la prueba más cercana la tuve en mis abuelos maternos, que estuvieron enamoradísimos hasta el final de sus días.

Ojalá puedan decir lo mismo mis nitos de mí en el futuro

toshiro -

¿Es qué acaso no es eterno ese momento?...
Abrazos

bikerin -

Y yo , que puedo ser aún más pragmático, añadiría:
"¡Y qué más da! Están a gusto, disfrutan del momento. ¿por que tendría yo que opinar sobre ellos?" ;-)
Porque, yo cuando estoy a gusto con una persona, ¡me da igual si el mundo se para y se queda mirándome! :-)
Un abrazoNte, Mrs. Withe :-P

Laura -

:)
Me he sentido muy muy muy reflejada.
Tuve una conversación parecidísima con una amiga hace dos veranos.
Recuerdo que ella me dijo: "Mira esa pareja de ancianos. Estoy convencida de que se acaban de conocer, porque si no, no estarían tan acaramelados".
Y entonces yo, defensora de la perdurabilidad de algunos sentimientos y del amor eterno (a veces, ya me gustaría a mí) le dije cosas muy parecidas a las que decías tú en esa conversación en el restaurante.
Al leerte, he recordado ese divertido día, gracias! Se llamaban Pepita y Manuel y fueron los únicos que nos ganaron en el campeonato de parchís que hicimos en ese pueblo!!