Blogia
azuldeblancos

En el parque

En el parque -¿quieres bailar conmigo? - preguntó el joven.
- no gracias, es que no me gusta esta canción. -Contestó ella.
Algo defraudado y muy asombrado por la estupidez de aquella excusa, aquél adolescente se alejó con la cabeza baja. Pensó que la suponía más inteligente, que si se había sentido atraído por ella en algún momento tenía que haber sido por algo más que sus alegres ojos verdes y su risa de aire infantil.
Al terminar de pronunciar esas palabras, ella ya se había dado cuenta de que había cometido un tremendo error, ¿por qué no habré podido quedarme en un "no, gracias"? ¿por qué buscar una excusa con lo mala que soy yo en eso? O ¿por qué no bailar con él, un sólo baile, un momento? ¿tanto trabajo me hubiera costado?. A ella no le atraía en absoluto, le caía bien, se reía con él en clase, charlaban de cosas interesantes o de tonterías, le consideraba un encanto, pero nunca había pretendido verle de otra forma, aún así, no quería herirle, y después de aquella tontería, lo había hecho.
Se cruzaron las miradas un par de veces más esa noche, pero enseguida alguno de los dos la desviaba hacia otro lado tratando de ignorar la desafortunada propuesta.
No volvieron a verse ese verano, y al año siguiente la familia de ella se mudaría a otro barrio y otro instituto por lo que, probablemente, no se volverían a ver en la vida. Tenían entonces 16 años, y ninguno de los dos pensó en el otro en los años siguientes.

Hace una semana ella estaba paseando con su niña y su cocker por el parque que había junto a su casa. La niña vio un enorme san bernardo cruzando por el puente sobre el arroyo y fue corriendo a acariciarle. El perro era más alto que la niña, y se dejó tocar pacientemente, sujeto con una correa un hombre de unos cuarenta años con el pelo cano y auriculares en los oidos.
Ella se acercó a por la niña mientras acortaba la correa de Gos, su perrito; no temía por el san bernardo, sabía que esa era una raza muy tranquila, sino por el suyo, que no podía evitar meterse con cualquier otro habitante de cuatro patas del barrio. Cuando ya había llegado al puente, cogió de la mano a la niña
-venga, vamos hija, que vas a poner celoso a Gos y ya sabes que es capaz de enfadarse mucho. Al decir eso, ni siquiera se había fijado en el dueño del perro, pero él en ella sí, y sonriendo le dijo …
- disculpe, ¿le puedo hacer una pregunta? … ¿cuál es su canción favorita?.
- ¿perdón, cómo dice?. Contestó ella extrañada.
- su canción favorita, una con la que no podría resistirse a bailar conmigo …, lo digo para que esta vez no puedas decirme que no. Y dijo esto sonriendo y ofreciéndole uno de los auriculares a ella.

No puedo decir que esta sea una historia de final feliz porque no sé si lo es, es una historia viva todavía sin final. Sólo puedo contaros que ella aceptó el auricular sonriendo, se lo puso, y pasearon juntos un rato, con el volumen de la música bajo, y charlando y riendo como lo hacían en sus días de instituto, mientras el cocker trataba de morder las patas a un san bernardo que no hacía más que ignorarle.

7 comentarios

Anónimo -

LLuvia -

lindo pedazo de vida que se me había pasado leer unos cuantos días. Pero aqui estoy, lo he leído y me ha dejado añorando un encuentro de esa naturaleza.

white -

quizás fue esa estupidez de la adolescencia la que permitió el reencuentro, nunca se sabe cómo nuestras respuestas determinarán el resto de la vida.
Saluditos

AZUL de Blancos -

bikerin,
en la vida no sé, pero en mis historias se hace lo que yo diga, y si yo digo que estos dos, tenían que tener una segunda oportunidad, pues hecho :-)

Pues menos mal que no has elegido sentirte como la niña, por que tiene un papel bastante soso ;-P
______________________
debo,
me gusta que te lo tomes como tal. Un beso
______________________
Wally Week,
gracias, y si algún día me sale una empalagosa, avísame, por favor.
Un beso

Wally Week -

Qué bonita puede ser una historia sin necesidad de empalagar... Enhorabuena, Azuleta.

debo -

pues para mi si es un final feliz, me ha encantado!

bikerin -

¿La vida nos da segundas oportunidades? ;-)
................
Bonita historia con final feliz.
Casi me siento como unos de los protagonistas: El cocker, por ejemplo :-D