A veces soy como una planta ...
Hace más de un año me compré una planta de la que me enamoré nada más verla (Pachira Aquatica), la llevé a casa, la coloqué en el salón, que es un sitio con mucha luz y empezó a echar hojas nuevas y grandes sin parar. Me daba mucha alegría verla cada día que llegaba a casa y encontraba un brotecito nuevo; brotecito que en una semana ya se habría convertido en un grupo de cinco grandes hojas verdes. Un mal día, al terminarse el verano, dejaron de salir brotes y se fueron desprendiendo todas las hojas del tallo; la planta murió en pocas semanas.Compré otra exactamente igual y traté de controlar más los riegos, ya que pensé que el problema con la otra había sido un exceso de agua. También empezó con buen pie, echando hojas en todas direcciones, sin necesidad de buscar a la luz porque ésta la rodeaba, pero en navidades le pasó lo mismo que a su antecesora, dejaron de salir brotes y las hojas se cayeron, sin amarillear ni dar ninguna otra señal de sufrimiento.
En enero, me di cuenta de que a mi despacho le faltaba una planta. Bueno, realmente no era a mi despacho, era a mí a quien le faltaba una planta que me acompañara durante tantas horas de trabajo. Así que fui a comprar otro ejemplar de la malograda planta y lo coloqué sobre una de las estanterías, muy cerquita de la ventana, y a modo de macetero, la puse dentro de una cajita de madera que llevaba estorbando por mi mesa mucho tiempo y que en varias ocasiones estuvo a punto de ir a parar a la papelera. La voy regando con asiduidad, sin pasarme, pero sin dejar secar la tierra, no le echo abono (básicamente porque es raro encontrar abono para plantas en una oficina) ni tampoco la he querido pasar a una maceta más grande, ya que en ésta parece estar a gusto.
Un día se lo comenté a mi madre: Mamá. ¿te acuerdas de esas dos plantas tan bonitas que tuve y que se me murieron sin saber por qué?, pues me compré otra igual para el despacho y está tremenda, ninguna de las otras dos consiguió tantas hojas ni tan grandes, y además, en lugar de salir en grupos de cinco, ésta tiene algunos ramilletes de seis, como si tuviera tantas ganas de echar hojas, que transgrediera todas las normas. Y mi madre, que de vez en cuando me sorprende, me contestó con toda naturalidad: claro hija, es que allí en la oficina está siempre acompañada, oye tu voz y la de los que entran a tu despacho, y siente que pasas cerca y le remueves el aire. En casa las tenías siempre solas, y aunque tuvieran mucha luz, abono y temperatura adecuada, las plantas acusan mucho la soledad.
Puede que esta pequeña compañera me agradezca la compañía igual que yo le agradezco a ella cada brote y cada hoja nueva que me muestra, porque me hace saber que está cómoda.
13 comentarios
AZUL de Blancos -
pues tienes suerte, pero también mola saber que cuando están bien, es porque las tratas bien. Bienvenido a mi blog :)
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mirada,
haz la prueba, a ver si mejoran. Un besito.
mirada -
woodysobird -
AZUL de Blancos -
claro, están viendo cómo quemas a sus primas-hermanas ;)
No, en serio, las de exterior también son muy agradecidas.
Un besito
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A Anónimo,
si eres anónimo, ¿cómo voy a comunicarte nada?
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Corazón
besitos, guapa :)
Corazón... -
Hummm... Yo creo que las plantas, flores son como los humanos, necesitan cuidados, cariños y esmerarse por verlas lindas :) Cada hoja que brota es señal de que esta viva y contenta a tu lado...
Un beso y saludos!
Buen día...
;o)
Fénix Yarince -
Anónimo -
si tienes más evidencia. No dudes en comunicarnosla!!!
Laura -
Es una forma de desahogarte, de compartir tu día a día con "alguien" que no va a interrumpirte, de aclarar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos...
Yo a los 13 años le contaba cosas mi perra (vale, ya sé que no es lo mismo, pero...) y me sentía mucho mejor.
Así que... a ver si consigues que tu planta, además de conversaciones de trabajo, también escuche tus pensamientos, ¡que seguro que está encantada!
Muchos besos
toshiro -
AZUL de Blancos -
pues vais a tener razón tú y mi madre, ahí está la prueba; yo la miro y la cuido, pero lo de hablarla, todavía no he llegado. Si le sirve que cante ...
Un besito, Lluvia
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Ligustrum
sí, es bueno sentirte como una planta, pero cuando la miman, cuidan y acompañan, que si no nos marchitamos.
Un beso
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Bikerin
vaya, lo siento. A partir de ahora cuídalas mejor ;)
Un besito.
bikerin -
Solas, en una casa sin compañía, hagas los que hagas, se entristecen y marchitan depues del arranque inicial.
Pero en un lugar donde hay vida y movimiento, permanecen contigo, espléndidas, años y años.
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Y, a las plantas, también les pasa lo mismo ;-)
Ligustrum -
A veces es bueno sentirse como una planta. Saludos
LLuvia -