solo de chelo
Una soledad deseada.
Sólo él; se oye suavemente el sonido cálido y profundo de la crin tensa transmitiendo una tenue vibración a las cuerdas, ampliada por el acogedor espacio encerrado en la madera de sinuosa forma.
Los dedos de una mano en el mástil mantienen la complicidad con la graciosa muñeca de la otra, que decide con una caprichosa sabiduría la dirección de movimientos del arco en su afán de virar de notas graves a agudas.
Parece que el músico abraza al instrumento a medida que se va conformando una melodía que nunca volverá a sonar igual; cada solo de chelo es único e irrepetible.
Sólo él; se oye suavemente el sonido cálido y profundo de la crin tensa transmitiendo una tenue vibración a las cuerdas, ampliada por el acogedor espacio encerrado en la madera de sinuosa forma.
Los dedos de una mano en el mástil mantienen la complicidad con la graciosa muñeca de la otra, que decide con una caprichosa sabiduría la dirección de movimientos del arco en su afán de virar de notas graves a agudas.
Parece que el músico abraza al instrumento a medida que se va conformando una melodía que nunca volverá a sonar igual; cada solo de chelo es único e irrepetible.
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Azulita -